Nuestra Señora de Cracovia

ul. Karmelicka 19

Hoy:

no hay información disponible

La pintura de la Virgen de la Arena (Piasek), Nuestra Señora de Cracovia, de la capilla adjunta a la iglesia de la Visitación de la Santísima Virgen María es una de las imágenes de la Madre de Dios más populares de esta ciudad.

Dicha pintura al fresco con la Virgen con el Niño, adorada por los ángeles, se encontraba originariamente en el muro exterior de la iglesia de los padres carmelitas de Piasek y fue creada aparentemente de forma milagrosa. Cuenta la leyenda que cuando el pintor de la misma, carmelita y anónimo, fue a rezar, una mano invisible finalizó la obra. La imagen, que data de alrededor de 1500, se hizo famosa al poco tiempo por los milagros obrados, por lo cual, y con el fin de protegerla, se erigió una capilla adyacente a la iglesia. Se dice que alguna vez se escucharon ahí cantos angelicales y se vio la luz celestial. Asimismo, la reina Bona Sforza (la esposa del rey Segismundo I el Viejo) solía rezar ahí dos veces a la semana. La propia conservación de la pintura es considerada en sí un milagro, dados los importantes daños sufridos por la iglesia a raíz del asedio de Cracovia en 1587 por el archiduque Maximiliano III de Habsburgo. Tal milagro se repitió en 1655, durante la invasión sueca en Polonia, denominada el diluvio: se cree que la Virgen de Piasek protegió con su manto los alrededores de un incendio arrasador y que la propia imagen había sobrevivido a la destrucción de la iglesia por los invasores. En los años posteriores, múltiples peregrinos acudieron al santuario reconstruido para ofrecer sus plegarias y valiosos exvotos. Se detuvo ahí, entre otros, el rey Juan III Sobieski en su camino hacia la victoria frente a los turcos, que amenazaban entonces Europa, en la batalla de Viena en 1683. Además, durante el periodo de la Confederación de Bar, la Virgen de Piasek habría salvado Cracovia ante el ataque de los rusos en 1768. En el bicentenario de la victoria de Viena (1883), en un ambiente de fiesta nacional, la imagen fue coronada de forma solemne con coronas papales diseñadas por el famoso pintor polaco Jan Matejko.

En una plegaria barroca se dice: « Tú que eres el Río que alegra la ciudad capitalina de Cracovia, haz que todos los ciudadanos de dicha ciudad puedan decir: en las muchas angustias de mi corazón, alegraban mi alma tus consuelos».

Junto al presbiterio de la iglesia de los padres carmelitas se halla una capilla barroca con una imagen de la Virgen del Escapulario, que, según la tradición, salva a los fieles de los castigos del purgatorio.

ul. Karmelicka 19
Acerca de: entrada libre
OK We use cookies to facilitate the use of our services. If you do not want cookies to be saved on your hard drive, change the settings of your browser.