Catedral de Wawel

Wawel 3

Hoy:

9:00-16:00
cerrado

El templo más importante de Polonia, cuyo impresionante interior testimonia con su simbología la continuidad de la memoria histórica de las sucesivas generaciones de polacos. Es el lugar de entierro de reyes polacos, héroes nacionales, poetas eminentes y del patrón de Polonia, San Estanislao. Durante siglos fue una iglesia de coronación de los monarcas polacos.

La historia de este edificio se remonta al año 1000 en el que se fundó el obispado de Cracovia y empezó la construcción de la primera catedral en la colina Wawel. Hasta nuestros días se han conservado muy pocas reliquias de aquel templo. Existen más vestigios de la segunda catedral, erigida a caballo entre los siglos XI y XII, como, por ejemplo, la Cripta de San Leonardo apoyada en ocho columnas y la parte inferior de la Torre de las Campanas de Plata.

La catedral actual (la tercera construida en este sitio), datada del siglo XIV, tiene forma de basílica gótica. Con el tiempo, el cuerpo de la iglesia fue rodeado por un anillo de impresionantes capillas de diferentes estilos, construidas a lo largo de varios siglos.

La entrada principal a la catedral, del lado occidental, se encuentra entre dos capillas góticas. Encima de la escalera se colgaron, sujetos por una cadena, huesos de ballena y de rinoceronte lanudo (antiguamente se creía que estos objetos eran mágicos y protegían del mal). La puerta principal, del siglo XIV, fue revestida con chapa de hierro y decorada con numerosas iniciales del rey Casimiro III el Grande.

El punto más céntrico del interior de la catedral está ocupado por un altar en forma de baldaquín, dedicado a San Estanislao, obispo y patrón de Polonia quien falleció en el siglo XI como resultado de un conflicto con el rey Boleslao II el Temerario. Debajo de la cúpula dorada se colocó el ataúd de plata con reliquias del Santo, decorado con escenas de su vida y soportado por cuatro ángeles. De entre otros retablos del catedral vale la pena destacar el que se encuentra en la parte oriental del deambulatorio (pasillo alrededor del presbiterio). Aquí se encuentra el crucifijo negro, famoso por sus milagros, delante del cual —según la tradición— solía rezar la reina Eduviges. Al lado del Crucificado se puede ver una copia del estribo del gran visir Kara Mustafá, regalado como ofrenda votiva por el rey Juan III Sobieski después de la victoria en la batalla de Viena (en 1683).

En la nave principal y en las naves laterales se colocaron sarcófagos de monarcas polacos decorados con esculturas de los reyes fallecidos: Vladislao I (fallecido en 1333, su sepulcro es el más antiguo de la catedral), Casimiro III el Grande (fallecido en 1370) y de Vladislao II Jagellón (fallecido en 1434). Dos sarcófagos creados ya en el siglo XX siguen la misma estética: el de la reina Eduviges (fallecida en 1399) y del rey Vladislao III Jagellón (fallecido en 1444). Sin embargo, en este último no se encuentran restos mortales del monarca. El cuerpo del rey, fallecido en la batalla de Varna (contra los turcos), nunca fue encontrado. Junto al sarcófago de la reina Eduviges se expusieron fragmentos de las insignias de madera que se colocaron en su ataúd. Antes de morir, la santa reina legó todas sus alhajas a la Academia de Cracovia (la actual Universidad Jaguelónica), entre otros el cetro gótico de oro que hasta hoy día es el símbolo de la universidad.

Vale la pena poner especial atención a algunas de las diecinueve capillas que rodean la catedral. La más famosa de ellas, la capilla de Segismundo cubierta con una cúpula de oro (terminada en 1533), es la obra renacentista más destacada de Polonia. Conocida también como la "perla renacentista al norte de los Alpes", se creó gracias a constructores italianos dirigidos por Bartolomeo Berrecci. Es excepcional gracias a su interior: bonito, ornamentado, que destaca por su simetría ideal. Enfrente del altar de la capilla se encuentran sepulcros de los últimos reyes de la dinastía de los Jagellones: Segismundo I el Viejo (fundador de la capilla, fallecido en 1548, su sepulcro fue creado según el proyecto de Berrecci) y de su hijo, Segismundo II Augusto (fallecido en 1572, proyecto de Santi Gucci). Justo al lado, se encuentra la capilla de los Vasa que sigue la forma arquitectónica de su vecina, pero cuenta con una ornamentación barroca.

También la capilla Świętokrzyska (de Santa Cruz) es una obra de arte. Fue erigida como el mausoleo del rey Casimiro IV Jagellón y de su esposa Isabel de Hungría. En las paredes de la capilla destaca la policromía gótica creada por pintores rusos, el único monumento de este tipo en Cracovia. Sin embargo, el elemento más valioso de la capilla es el sepulcro del rey: la figura del monarca, esculpida por Veit Stoss en mármol manchado, es uno de los ejemplos más excelentes de la escultura en piedra de la Baja Edad Media. Mucho más modesto es el sepulcro de la reina, cofundadora de la capilla, llamada la "madre de los reyes" (cuatro hijos de esta pareja real fueron coronados reyes; gracias a los matrimonios de sus siete hijas, todas las dinastías europeas están emparentadas por línea materna). Su tumba constituye una lápida de latón empotrada en el suelo de la capilla.

Los restantes sepulcros reales se hallan en las criptas construidas en el siglo XVI, más tarde unidas a las reliquias de la catedral románica, situadas en el subsuelo del templo actual. La visita a esta parte del complejo empieza por la cripta de San Leonardo en la que en el siglo XIX yacieron restos de los héroes nacionales: del príncipe Józef Poniatowski y de Tadeusz Kościuszko. El último entierro fue realizado aquí en 1933 cuando fueron traídos desde Gran Bretaña los restos mortales del general Władysław Sikorski.

La visita a las criptas reales es de pago (la entrada incluye también la entrada a la Torre de Segismundo y al Museo de la Catedral).

Un acceso separado conduce a la cripta situada debajo de la Torre de las Campanas de Plata donde yacen el mariscal Józef Piłsudski y el presidente Lech Kaczyński con su esposa Maria, enterrados en 2010. La necrópolis de Wawel abarca aún la Cripta de los Vates Nacionales, a la que se baja desde la nave izquierda de la catedral. En dos sarcófagos se encuentran los restos de los poetas Adam Mickiewicz y Juliusz Słowacki. En las urnas se halla la tierra del sepulcro de la madre de Słowacki, Salomea y la tierra del sepulcro del último gran poeta romántico polaco, Cyprian Kamil Norwid. La entrada a estas criptas es libre.

Al final de la visita vale la pena subir a la Torre de Segismundo desde donde se puede apreciar una bonita vista de los alrededores. En la planta superior de la torre se puede admirar la campana más famosa de Polonia, llamada "Segismundo" en homenaje a su fundador, el rey Segismundo I el Viejo. La campana tiene un diámetro de 2,5 metros, mide 2 metros de altura y pesa 11 toneladas. Desde su creación en el siglo XVI, el Segismundo fue la campana más grande de Polonia (solo en 2000 la superó la campana del Santuario de Licheń que pesa 19 toneladas). El sonido de la campana se puede escuchar con motivo de fiestas, celebraciones eclesiásticas y eventos nacionales importantes. Antiguamente, el Segismundo doblaba también cuando nacían o morían miembros de la familia real. Asimismo, acompañó entierros de grandes polacos que yacieron en Wawel. Su sonido, profundo y suave, se lo debemos —según cuenta la leyenda— a un manojo de cuerdas de plata. Dicen que Walenty Bekwark (Bakfark), el famoso laudista de la corte real, las echó a la caldera donde se estaban fundiendo los metales a partir de los cuales iba a ser moldeada la campana.

Horario de apertura:
01 enero - 31 marzo
lun-sáb 9:00-16:00, dom 12:30-16:00
01 abril - 31 octubre
lun-sáb 9:00-17:00, dom 12:30-17:00
01 noviembre - 31 diciembre
lun-sáb 9:00-16:00, dom 12:30-16:00
Wawel 3
Acerca de: entrada libre
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