En el subsuelo del palacio Pod Krzysztofory situado en la Plaza Mayor se extiende un laberinto de criptas y pasillos en el que está escondido un tesoro y... ¡un diablo que lo cuida!

En el subsuelo del palacio Pod Krzysztofory situado en la Plaza Mayor, se extiende un laberinto compuesto por criptas y pasillos. Dicen que esta red de catacumbas llega hasta la iglesia de Santa María. Hay una leyenda que relata que en los sótanos del palacio guardaba su tesoro el nigromante Twardowski y que le mandó vigilarlos al mismísimo diablo. Muchos querían apoderarse de una parte del tesoro, pero solo una cracoviana tuvo la suerte de bajar a los misteriosos sótanos. Siguió a un gallo que se estaba adentrando en las catacumbas del palacio. De repente, el pájaro se convirtió en un diablo, vestido a la moda alemana. Lucifer le dejó llevarse tanto oro cuanto pudiera alzar, pero con la condición de que no mirase atrás hasta que hubiera salido del subsuelo. La chica, estando ya en el último escalón, volvió la cabeza para ver si el diablo no la estaba persiguiendo. Entonces la pesada puerta se cerró con estruendo, cortándole un talón a la joven. No obstante, las riquezas no se desvanecieron y se quedaron en su delantal. La chica, agradecida por ser salvada de la opresión del demonio, fundó supuestamente una de las capillas de la iglesia de Santa María. Mientras tanto, el diablo sigue en las catacumbas del palacio, esperando a más atrevidos...