Siguiendo las huellas de la Polonia Independiente

Medio de transporte

En el s. XVIII, Polonia perdió su independencia: a raíz de tres particiones (en 1772, 1793, 1795) sus tierras quedaron distribuidas entre tres potencias, Rusia, Prusia y Austria. Polonia desapareció del mapa europeo durante 123 años. Su caída se produjo debido a los duraderos y desfavorables cambios políticos y socio-económicos, que causaron la incapacidad del país para realizar reformas y defenderse de los países enemigos. Sin embargo, aún en la época de cautiverio persistieron en la sociedad polaca la conciencia nacional, la identidad común y el sentimiento de particularidad.

En los territorios repartidos entre los tres ocupantes los polacos realizaban actividad clandestina contra ellos, organizaban levantamientos armados, velando asimismo por el mantenimiento de su cultura y lengua. Polonia recuperó su independencia tan solo tras la finalización de la primera guerra mundial: el 11 de noviembre de 1918 se considera la fecha de la liberación.

En Cracovia, ciudad anexada a Austria como consecuencia de las particiones, la lucha por la independencia es recordada con múltiples monumentos, placas y lápidas conmemorativas, lugares simbólicos y necrópolis. Precisamente estas últimas trazan el recorrido que forma el paseo de la independencia de tres días de duración. El primer día comenzamos nuestra excursión en la zona de Oleandry, desde la que salió la Primera Compañía de Oficiales (I Kompania Kadrowa), para terminar en el cementerio Rakowicki, siguiendo de esta forma el camino hecho por el mariscal Józef Piłsudski y los legionarios. Nos detendremos también en el edificio principal del Museo Nacional, para apreciar, en el marco de la exposición Armas y Color en Polonia, los objetos militares y recuerdos vinculados a Tadeusz Kościuszko, el duque Józef Poniatowski y Józef Piłsudski, así como en la Galería del Arte Polaco del siglo XIX albergada en la Lonja de los Paños, donde se exponen pinturas que evocan el tema de la independencia, entre ellas: las obras de Jan Matejko, Michał Stachowicz y Artur Grottger. El segundo día, nos dirigiremos a Podgórze para llegar desde allí a la Plaza Mayor, siguiendo las huellas del teniente Antoni Stawarz y de los acontecimientos cracovianos del 31 de octubre de 1918. El tercer día, subiremos al montículo de Kościuszko, así como al de Piłsudski para admirar el pintoresco panorama de Cracovia y dedicar un rato a reflexionar sobre la historia de los héroes que lucharon por la independencia.

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